miércoles, 14 de febrero de 2018

Falcon Heavy: comienza una nueva era espacial


El pasado lunes 5 de febrero las redes sociales mostraron casi en tiempo real una rara e hipnótica imagen:un descapotable de color rojo cereza de la marca Tesla surcaba el espacio con un astronauta al volante. La carrocería reflejaba la neblinosa atmósfera de la Tierra y el piloto, un maniquí llamado Starman, miraba hacia el frente con estoicismo en su camino hacia las estrellas. Los colores se veían extrañamente nítidos, a causa de la ausencia de atmósfera, y la panorámica parecía sacada de una película de serie B. Pero todo era resultado de un hecho histórico en la carrera del hombre al espacio: el automóvil fue enviado a las estrellas en el primer vuelo de prueba del cohete Falcon Heavy, de la compañía Space X. Este se convirtió en el lanzador más pesado en décadas,desde los Saturn V y Energiya, y su poder duplicó al que ostentaba la corona hasta ahora, el Delta IVHeavy. Además es el primero que es parcialmente reutilizable.
Dado que el descapotable «es solo un coche normal», como dijo Elon Musk, director de Space X y Tesla, no se sabe con seguridad si acabará incrustado en algún asteroide o si vagará por el espacio durante millones de años. Pero lo que sí que se sabe con certeza es que el envío del descapotable es una eficaz campaña de publicidad y que el relevante despegue del cohete marca un antes y un después.
«Fue un lanzamiento revolucionario», explica a ABC Héctor Guerrero, del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). «Es la primera vez que una compañía privada hace un lanzamiento más allá de la órbita terrestre (lo que requiere cohetes muy potentes) y además se ha hecho con artefacto cuyas piezas pueden recuperarse, lo que conlleva que los costes sean muy inferiores. Todo esto es muy novedoso».

Cohetes reutilizables

El Falcon Heavy, un coloso de 70 metros de altura equipado con 28 motores, despegó del complejo de lanzamiento 39A, en el Centro Espacial Kennedy, Florida. Después de una retransmisión de vértigo, seguida en todo el mundo, dos de los tres cohetes de la primera fase del Falcon Heavy, que son los que rugieron para elevarlo desde la superficie hasta la órbita, se posaron a la vez en tierra, en una danza sincronizada y disponibles para volver a ser usados.
El SpaceX Falcon Heavy durante el despegue
El SpaceX Falcon Heavy durante el despegue - Reuters
«El hecho de que los cohetes sean reutilizables, implica que solo hay que recargarlos de combustible y cambiar algunas piezas para que puedan volver a volar», explica Guerrero. El acontecimiento clave en este sentido ocurrió el 30 de marzo de 2017, cuando Space X logró por primera vez hacer volar un cohete ya había usado en una ocasión: un Falcon 9. Por entonces, el astrofísico y divulgador científico Neil deGrasse Tyson, dijo: «Después de volar en un Boeing 747 para cruzar grandes distancias, no lo tiramos y lo cambiamos por uno nuevo. La reusabilidad es probablemente el rasgo más fundamental que permite que las cosas caras sean asequibles». De hecho, los cohetes espaciales son especialmente costosos y difíciles de construir. Aunque es un secreto comercial de Space X, se considera que cada uno de los tres cohetes Falcon 9 que componen el Falcon Heavy cuesta casi 30 millones de euros.

Silicon Valley

Pero aparte de esto, para Héctor Guerrero, «la gran revolución es que Estados Unidos ha tenido el acierto de dejar que las empresas privadas accedan al espacio. Los emprendedores y los fondos de inversión de Silicon Valley han cambiado el concepto de las misiones, los tipos de lanzadores y los costes». Entre otras cosas, por ejemplo, algunas compañías han adoptado el modelo de producción en cadena para fabricar cohetes o pequeños satélites para reducir costes, como en los proyectos Iridium Next o OneWeb.
Es lo que ha venido a llamarse «New Space», un difuso concepto que describe la entrada en el espacio en Estados Unidos de multitud de compañías privadas, frente a modelos más nacionales o institucionalizados, como ocurría en la Guerra Fría o pasa en Europa, Rusia o China. «Esto va revolucionar de nuevo la carrera espcial», explica Guerrero. «Quizás permitirá la llegada del turismo espacial, la exploración de Marte o la explotación de asteroides».
Un automóvil Tesla Roadster rojo cereza flota en el espacio después de que fue transportado allí por el Falcon Heavy de SpaceX
Un automóvil Tesla Roadster rojo cereza flota en el espacio después de que fue transportado allí por el Falcon Heavy de SpaceX-Reuters
«Estados Unidos va a estar en la cabeza de la reutilización en el espacio durante muchos años», dice Raúl Torres, cofundador de PLD Space, una empresa española que trabaja para la Agencia Espacial Europea (ESA) en el desarrollo de un cohete espacial reutilizable para lanzar pequeños satélites. Space X dominará, con sus Falcon y su nuevo y colosal BFR. Pero aparte hay otras importantes empresas estadounidenses desarrollando cohetes espaciales, como Blue Origin y United Launch Alliance, con sus New Gleen y Vulcan. Mientras tanto, en Europa se trabaja en el desarrollo del Arianne 6, la NASA, Rusia y China trabajan en nuevas versiones de megacohetes, el SLS, el Angara y el Long March, respectivamente, e India, Japón y Ucrania tienen también sus propios lanzadores.

La posición de Europa

«Lo que más me preocupa es en qué posición queda Europa después del lanzamiento del Falcon Heavy», explica Torres. «Nuestra única alternativa es el cohete Arianne 6, que no tiene ni una cuarta parte de la capacidad del Falcon y que ni siquiera es reutilizable». En su opinión, el mercado europeo corre el riesgo de quedar descolgado. Tal como dice, el modelo empresarial ha permitido en Estados Unidos que las decisiones técnicas tengan más peso que las políticas,como pasa en Europa. Quizás por eso, con una inversión similar, Space X ha hecho volar el Falcon Heavy y Europa aún deberá esperar a 2020 o 2021 para lanzar su Arianne 6, que depende fundamentalmente de dos colosales empresas europeas, Airbus y Thales. «Es evidente que en Europa algo no funciona».
Las empresas de EE.UU. están revolucionando el mercado espacial y abaratando los precios
Guerreo coincide en este sentido. «Europa tiene que reaccionar. Debe seguir desarrollando sus líneas del cohete Vega (un lanzador pequeño y barato) y Arianne 6, que será un cohete con mucha fiabilidad.Pero a mi modo de ver tiene que avanzar en que el acceso al espacio dela iniciativa privada sea más ágil». El gran problema, es que el tejido económico de fondos de inversión y banca que permite ese avance en EE.UU. no es comparable en Europa.
Bernard Foing, miembro de la ESA subraya la fiabilidad del cohete Arianne y los esfuerzos en reducir el coste de los lanzamientos.Además, incide en la importancia de la nueva generación de cohetes pesados y los reutilizables para establecer una base en la órbita o en la superficie de la Luna, lo que se considera como el primer paso antes de ir a Marte o de explotar un asteroide. Parece que esta carrera ya ha comenzado.

formación estelar Lupus 3


Una nube oscura de polvo cósmico serpentea a través de esta espectacular imagen de amplio campo, iluminada por la brillante luz de nuevas estrellas. Esta nube densa es una región de formación estelar, llamada Lupus 3, en la que nacen deslumbrantes estrellas calientes a partir del colapso de masas de gas y polvo. Esta imagen fue creada a partir de imágenes realizadas con el Telescopio de Rastreo del VLT y el Telescopio MPG/ESO de 2,2 metros, y es la imagen más detallada captada hasta ahora de esta región.
La región de formación estelar Lupus 3 se encuentra dentro de la constelación de Escorpio, a tan solo 600 años luz de la Tierra. Forma parte de un conjunto más amplio llamado las Nubes de Lupus, que toma su nombre de la adyacente constelación de Lupus (el lobo). Las nubes se asemejan a humo que ondeara a través de un fondo de millones de estrellas, pero en realidad estas nubes son una nebulosa oscura.
Las nebulosas son grandes extensiones de gas y polvo, entrelazadas entre las estrellas, que a veces se extienden cientos de años luz. Al contrario que muchas nebulosas que vemos espectacularmente iluminadas por la intensa radiación de estrellas calientes, las nebulosas oscuras no dejan escapar de su interior la luz de los objetos celestes. También son conocidas como nebulosas de absorción, porque se componen de densas y frías partículas de polvo que absorben y dispersan la luz que pasa a través de la nube.
Algunas de las nebulosas oscuras más conocidas son la Saco de Carbón y la Gran Grieta, que son lo suficientemente grandes como para ser vistas, a ojo desnudo, en un  contraste donde el profundo color negro resalta sobre el brillo de la Vía Láctea.
Lupus 3 tiene una forma irregular, como una serpiente deforme que cruzara el cielo. En esta imagen vemos una región de contrastes, con gruesos senderos oscuros contra el fulgor de brillantes estrellas azules en el centro. Como la mayoría de las nebulosas oscuras, Lupus 3 es una región activa de formación estelar, compuesta principalmente de protoestrellas y estrellas muy jóvenes. Las perturbaciones cercanas pueden hacer que, las zonas más densas y grumosas de la nebulosa, se contraigan a causa de la gravedad, calentándose y aumentando su presión en el proceso. Finalmente, a causa de las condiciones extremas que se dan en el corazón de esa nube que colapsa, nacerá una protoestrella.
Las dos brillantes estrellas del centro de esta imagen experimentaron este proceso. Al inicio de en sus vidas, gran parte de la radiación que emitieron fue bloqueada por el espeso velo de su nebulosa anfitriona, solo visible para telescopios que observan en longitudes de onda infrarrojas y de radio. Pero, a medida que crecieron y fueron más calientes y brillantes, su intensa radiación y sus fuertes vientos estelares arrasaron los alrededores, limpiando esas áreas de gas y polvo y permitiéndoles emerger gloriosamente de su sombrío lugar de nacimiento para brillar refulgentes.
Comprender las nebulosas es fundamental para comprender los procesos de formación de estrellas. De hecho, se cree que el Sol se formó hace más de 4.000 millones de años en una región de formación estelar muy similar a Lupus 3. Dado que Lupus 3 es uno de los viveros estelares más cercanos, ha sido objeto de muchos estudios; en 2013, el Telescopio MPG/ESO de 2,2 metros, instalado en el Observatorio La Silla de ESO, en Chile, captó una imagen más pequeña de sus brillantes estrellas y de sus oscuras columnas parecidas a humo (eso1303).

Información adicional

ESO es la principal organización astronómica intergubernamental de Europa y el observatorio astronómico más productivo del mundo. Cuenta con el respaldo de dieciséis países: Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, el Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza, junto con el país anfitrión, Chile. ESO desarrolla un ambicioso programa centrado en el diseño, construcción y operación de poderosas instalaciones de observación terrestres que permiten a los astrónomos hacer importantes descubrimientos científicos. ESO también desarrolla un importante papel al promover y organizar la cooperación en investigación astronómica. ESO opera en Chile tres instalaciones de observación únicas en el mundo: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope, el observatorio óptico más avanzado del mundo, y dos telescopios de rastreo. VISTA (siglas en inglés de Telescopio de Rastreo Óptico e Infrarrojo para Astronomía) trabaja en el infrarrojo y es el telescopio de rastreo más grande del mundo, y el VST (VLT Survey Telescope, Telescopio de Rastreo del VLT) es el telescopio más grande diseñado exclusivamente para rastrear el cielo en luz visible. ESO es el socio europeo de un revolucionario telescopio, ALMA, actualmente el mayor proyecto astronómico en funcionamiento del mundo. Además, cerca de Paranal, en Cerro Armazones, ESO está construyendo el ELT (Extremely Large Telescope), el telescopio óptico y de infrarrojo cercano de 39 metros que llegará a ser “el ojo más grande del mundo para mirar el cielo”.
Las traducciones de las notas de prensa de ESO las llevan a cabo miembros de la Red de Divulgación de la Ciencia de ESO (ESON por sus siglas en inglés), que incluye a expertos en divulgación y comunicadores científicos de todos los países miembros de ESO y de otras naciones.

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Esta es una traducción de la nota de prensa de ESO eso1804.

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