miércoles, 7 de marzo de 2018

Extraños ciclones en Júpiter forman formas geométricas — pero ¿por qué?

Esta imagen del polo sur de Júpiter muestra el calor de ciclones dispuestas en un patrón pentagonal como visto por la nave espacial Juno de la NASA. Esta imagen es un mosaico de varias imágenes tomadas por el instrumento de InfaRed Auroral Mapper de Juno.
Crédito: NASA/SWRI/JPL/ASI/INAF/IAPS
Ciclones que rodean los polos de Júpiter misteriosamente se arreglan en grupos con pentagonales y otras figuras geométricas, halla un estudio reciente.
Desde que Galileo Galilei miraban a Júpiter con un telescopio a principios de 1600, los astrónomos han admirado los rasgos dramáticos en el planeta más grande del sistema solar, como sus bandas de colores y Su gran punto rojo. Pero mucho ha permanecido desconocido sobre polos de Júpiter, que no son visibles desde la tierra.

Ahora, visibles e infrarrojas imágenes tomadas por la nave espacial Juno de la NASA en órbita alrededor de Júpiter han revelado ciclones gigantes dispuestas en patrones geométricos en los polos del planeta. Por ejemplo, en el polo norte de Júpiter, un ciclón de 2.485 millas (4.000 kilómetros) de ancho tiene ocho ciclones de diámetro similar alrededor de él. Y en el Polo Sur, un ciclón de 3.975 millas (6.400 kilómetros) de ancho está rodeado por cinco ciclones que varían en tamaño desde 3.480 4.350 millas (5.600 kilómetros a 7.000 km).
"Encontramos algo totalmente nuevo que no observamos antes en otros planetas", autor principal del estudio Alberto Adriani, un científico planetario del Instituto de Astrofísica y espacio de Planetología en Roma, dijo a Space.com. [En fotos: las tormentas más de gran alcance en el Sistema Solar]
Estos ciclones todo duraron menos de siete meses. En cada grupo, los ciclones eran lo suficientemente cercanos entre sí esencialmente estar en contacto.
In this composite image, derived from data collected by the Jovian Infrared Auroral Mapper (JIRAM) instrument aboard NASA’s Juno Jupiter orbiter, shows the central cyclone at the planet’s north pole and the eight cyclones that encircle it.
En esta imagen compuesta, derivada de datos recopilados por el instrumento de Jovian Infrared Auroral Mapper (JIRAM) a bordo del orbitador de Júpiter Juno de la NASA, muestra el central ciclón en el polo del planeta y los ocho ciclones que rodean.
Crédito: NASA/JPL-Caltech/SwRI/ASI/INAF/JIRAM

La nave espacial Juno es el primero en volar sobre los polos de Júpiter. Pasa del polo al Ecuador al polo en unas 2 horas, viniendo tan cerca unos 2.485 millas (4.000 kilómetros) sobre las tapas de nubes de Júpiter.
Esto no es la primera vez que los astrónomos han encontrado tormentas gigantes en el polo de un gigante de gas. Saturno, el segundo planeta del sistema solar, posee un solo ciclón en cada polo, y los investigadores habían esperado resultados similares a Júpiter.
"Nos equivocamos, como polos de Júpiter en realidad son totalmente diferentes," dijo Adriani. "De esta experiencia, pero también de otros, aprendimos que tenemos que ser muy cuidadoso en conjeturar acerca de planetas sobre la base de experiencias anteriores, como hemos descubierto que nuestro conocimiento es a menudo no aplicable"
Los científicos han detectado también previamente patrones geométricos en otros planetas del sistema solar. Por ejemplo, los astrónomos detectaron primero un patrón hexagonal gigante de nubes en el polo norte de Saturno en 1988. Sin embargo, esta es la primera vez se observaron grupos de ciclones dispuesta en formas poligonales, dijeron los investigadores. [Hexágono extraño de Saturno en fotos]
Desconoce cómo estos ciclones persisten sin fusión o evolución a formar patrones geométricos, dijeron los investigadores. Aunque tales grupos parecen únicas a Júpiter en este sistema solar, "esas estructuras se encuentran en otros planetas similares a Júpiter en otros sistemas solares," dijo Adriani.
Los científicos detallan sus hallazgos en la edición 8 de marzo de la revista Nature. Es uno de cuatro estudios sobre Júpiter en base a observaciones de Juno. Los otros tres estudios revelaron nuevos detalles sobre rayas atmosféricas de Júpiter la profundidad ejecutar, así como pistas sobre el campo gravitatorio del planeta.

Seguir a Charles Q. Choi en Twitter @cqchoi . Siguenos @Spacedotcom, Facebooky Google +. Artículo original en Space.com.

REVELANDO EL INTERIOR DE LA NEBULOSA DEL CANGREJO

Vídeo Créditos: NASA, ESA, J. DePasquale (STScI)

Nebulosa del Cangrejo.Es lo que queda de la explosión de una supernova. En el año 1054fue observada por el inglés John Bevis en 1793. Es uno de los objetos más estudiados por los astrónomos y sirve como una fuente de radiación útil para estudiar cuerpos celestes que la ocultan. Está situada a una distancia de aproximadamente 6.300 años luz de la Tierra, en la constelación de Tauro, la nebulosa tiene un diámetro de 6 años luz y su velocidad de expansión es de 1.500 km/s

    Descubrimiento

    Esta nebulosa fue observada por el inglés John Bevis en 1793, al cual se atribuye su descubrimiento a pesar que la formación de la misma fue observada y registrada para las generaciones venideras por astrólogos chinos y árabes el 5 de julio del año 1054. Tales astrólogos se refirieron a ella como: “Una estrella visible a la luz del día”. La explosión de la misma podía verse en el cielo durante 22 meses, tanto de día como de noche.
    William Parsons, tercer conde de Rosse, observó la nebulosa en el Castillo de Birr en la década de 1840, refiriéndose al objeto como la Nebulosa del Cangrejo, dado que un dibujo que realizó de ésta se asemejaba a un cangrejo. Al inicio del siglo XX, el análisis de las primeras fotografías de la nebulosa tomadas durante el transcurso de varios años revelaron que la nebulosa se expandía. Determinando el origen de la expansión se dedujo que la nebulosa se debía haber formado unos 900 años atrás. Existen documentos históricos que revelan que una nueva estrella suficientemente brillante como para ser visible a la luz del día fue observada en la misma región del cielo por astrónomos chinos y árabes en 1054. Dada su gran distancia y su carácter efímero, esta "nueva estrella" observada por chinos y árabes sólo pudo haber sido una supernova, una enorme estrella en plena explosión, que una vez ha agotado su fuente de energía por medio de fusión nuclear, se colapsa sobre sí misma. Análisis recientes de estos documentos históricos han encontrado que la supernova que creó la Nebulosa del Cangrejo probablemente ocurrió en abril o principios de mayo de 1054, alcanzando su máximo brillo con una magnitud aparente entre −7 y −4,5 en julio, siendo más brillante que cualquier otro objeto celeste en la noche exceptuando la Luna.

    Características

    Es una masa nebulosa, resplandeciente de gas y polvo, consiste de una amplia masa de filamentos de forma ovalada, de aproximadamente 6 arcominutos de longitud y una anchura de 4 arcominutos, rodeando una región central de azul difuso. Los filamentos son los restos de la atmósfera de la estrella progenitora, y están constituidos principalmente de helio e hidrógeno ionizado, junto con carbónoxígenonitrógenohierroneón y azufre. La temperatura de los filamentos está comprendida entre los 11.000 y los 18.000 K, y su densidad está en torno a las 1.300 partículas por cm³. La nebulosa consta del material eyectado por la explosión de la supernova, el cual ha sido dispersado en un volumen aproximado de 10 años luz de diámetro, y aún continúa expandiéndose a la considerable velocidad de 1 800 km/sec. La luz que emite fue analizada, primero, un componente rojizo que formaba una caótica red de brillantes filamentos, el cual tenía un espectro de líneas de emisión (incluyendo las líneas de hidrógeno) similares a las nebulosas de gas difuso. El segundo es un fondo difuso azulado el cual tiene un espectro continuo y consiste en radiación sincrotrónica de alta polarización, que es emitido por electrones de alta energía en un potente campo magnético, la primera explicación para esto la propuso un astrónomo soviético J. Shklovsky en 1953 y respaldado por las observaciones de Jan H. Oort y T. Walraven en 1956.

    Púlsar

    Es una estrella de neutrones relativamente joven situada en la Nebulosa del Cangrejo, descubierta en 1969. El púlsar tiene aproximadamente 25 km de diámetro y los "rayos" del púlsar giran cada 33 milisegundos, o 30 veces cada segundo. La nebulosa que lo rodea es un plerión.
    La característica más dinámica en la parte interior de la nebulosa es el punto donde el viento ecuatorial del púlsar choca con los alrededores de la nebulosa, formando una choque de terminación. La forma y la posición de esta característica cambia rápidamente, con el viento ecuatorial apareciendo como una serie de características de forma espiral que se empinan, se iluminan, y entonces se atenúan a medida que se alejan del púlsar hacia el cuerpo principal de la nebulosa. El periodo de rotación del púlsar reduce su tiempo 38 nanosegundos por día debido a las grandes cantidades de energía que se lleva el viento del púlsar. Su rotación está decelerando lentamente debido a la interacción magnética con la nebulosa; esta es ahora una principal fuente de energía que hace que la nebulosa brille; esta fuente de energía es 100 000 más energética que el Sol.

    Observaciones

    La Nebulosa del Cangrejo se usa a menudo como una fuente de calibración en la astronomía de rayos-X. Es muy brillante en rayos X y la densidad de flujo y el espectro son constantes conocidas, con la excepción del propio púlsar. El púlsar proporciona una fuerte señal periódica que se usa para comprobar la sincronización de los detectores de rayos X. En la astronomía de rayos X, el 'Cangrejo' y el 'miliCangrejo' son a veces usadas como unidades de densidad de flujo. Muy pocas fuentes de rayos X sobrepasan un Cangrejo de brillo.
    Observaciones recientes han sugerido que el Púlsar del Cangrejo puede tener un campo magnético excepcionalmente complejo con cuatro polos en vez de los dos habituales, posiblemente como resultado de la implosión de una manera asimétrica de la estrella progenitora cuando el púlsar se formó por primera vez. El mismo conjunto de observaciones sugirieron que como el pulso de radio principal que viene del púlsar dura sólo 0,4 nanosegundos, es emitido desde una nube de plasma en la superficie de la estrella de neutrones a sólo 12 centímetros.

    En el corazón de la nebulosa del Cangrejo permanece el núcleo de la estrella que estalló, un cuerpo que rota a gran velocidad debido al impulso que recibió en la explosión que se observó en la Tierra. Pero con magnitud 16, sólo puede observarse con telescopios grandes. Este astro consiste casi por entero en neutrones comprimidos y posee un diámetro aproximado de 10 kilómetros. Más sorprendente aún es que la estrella de neutrones emite un destello de ondas de radio concentradas en dirección a la Tierra con cada rotación, como un faro marítimo, 30 veces por segundo.

    Famoso agujero negro supermasivo, “espiado” por el Gran Telescopio CANARIAS

    Observaciones inéditas realizadas por un grupo internacional de investigadores con el instrumento CanariCam del Gran Telescopio CANARIAS aportan nueva información sobre los campos magnéticos en las inmediaciones del núcleo activo de la galaxia Cygnus A
    Vista de los jets en <em>Cygnus A</em>. Créditos. NRAO/AUI.
    Click para ampliar imagen
    Click para ampliar imagen
    Por Javier Pérez Barbuzano.
    Cygnus A es una galaxia elíptica situada a unos 600 millones de años luz de la Tierra que aloja en su centro un agujero negro supermasivo. Es uno de los objetos más brillantes del cielo en cuanto a emisiones de radio y protagonista de Contact, la famosa novela de ciencia ficción de Carl Sagan llevada al cine. Se trata de una galaxia activa, lo que significa que el agujero negro está absorbiendo materia de su entorno. Cuando esto sucede se producen poderosas emisiones de radiación electromagnética, además de la formación de dos grandes chorros de partículas, llamados jets, que surgen del núcleo galáctico y son lanzadas casi a la velocidad de la luz hacia los confines de la galaxia en un viaje de unos trescientos mil años hasta el medio intergaláctico.
    Esta es la primera vez que se han realizado observaciones polarimétricas en el infrarrojo medio [1] de las proximidades del núcleo de una galaxia activa. “La combinación del Gran Telescopio CANARIAS (GTC) y Canaricam ofrece unas prestaciones únicas para la observación de galaxias activas usando técnicas polarimétricas en el infrarrojo medio”, explica Enrique López Rodríguez, investigador de la Universidad de Texas en Austin (EEUU) y autor principal de este estudio publicado en The Astrophisical Journal. “No existe ningún otro instrumento comparable en este sentido –subraya– ni se espera que lo haya hasta la próxima década, ya que los instrumentos en desarrollo actualmente no tienen capacidades polarimétricas”.
    La polarimetría es la técnica que estudia la intensidad y orientación de las ondas electromagnéticas. “Si la radiación observada está polarizada en una cierta dirección y con una cierta dependencia del espectro electromagnético, es posible obtener información acerca de los mecanismos físicos que generan dicha polarización. Esta técnica nos ayuda a estrujar hasta la ultima gota de información de cada fotón recolectado con el GTC”, según López Rodríguez. “La polarimetría –añade– nos permite eliminar de la observación toda la luz que no esté influenciada por el campo magnético del núcleo activo, de manera que podemos filtrar toda aquella que procede de otras fuentes, como la propia galaxia o estrellas de fondo. Esto nos permite un mayor contraste en la observación de los jets y el polvo en la galaxia, a la vez que estudiamos la influencia del campo magnético en los mismos”.
    A raíz de estas observaciones, los astrónomos han podido saber que el plasma que está siendo eyectado por el núcleo activo se mueve alrededor del campo magnético del jet, lo que genera un tipo de radiación llamado ‘radiación de sincrotrón’, provocada por el rápido movimiento de electrones a través de los campos magnéticos. Si bien este fenómeno ya se había observado en otras longitudes de onda, es la primera vez que se detecta en el infrarrojo medio, lo que ha permitido confirmar que el plasma en el  jet de Cygnus A está altamente confinado por la influencia del campo magnético. Estas observaciones permiten obtener información acerca de  la configuración del campo magnético en las inmediaciones del agujero negro [2], una información muy valiosa ya que este no puede ser observado directamente.
    Un puzzle cósmico
    Los astrónomos clasifican a Cygnus A como una radiogalaxia debido a que es una de las fuentes de ondas de radio más poderosas del cielo nocturno. Fue observada por primera vez en 1939 y recibe su nombre debido a que es la mayor fuente de ondas de radio en la constelación del Cisne (del latín Cygnus). A pesar de ello, esta galaxia emite ondas en todo el espectro electromagnético, lo que la convierte en un laboratorio astronómico perfecto y uno de los objetos de estudio favoritos de los astrónomos, quienes van realizando observaciones con distintos instrumentos y en distintas longitudes de onda para después interpretarlas, aportando piezas a un rompecabezas que permita comprender lo que sucede en esta región del Universo.
    Cygnus A muestra una estructura muy compleja que incluye un núcleo compacto y sendos chorros o jets de material moviéndose desde el centro a los confines de la galaxia, todo ello oculto bajo un manto de polvo con una estructura irregular que resulta impenetrable para la luz visible. “Se trata de una galaxia paradigmática para el estudio de la formación y evolución de jets ya que el polvo oscurece el centro de la galaxia por completo, lo que nos permite discriminar muy bien la luz que nos llega desde los jets”, aclara López Rodríguez. Por este motivo, el equipo de investigación ha recurrido a CanariCam, un instrumento creado para detectar la luz infrarroja que tiene la particularidad de no ser bloqueada por el polvo cósmico.
    El Gran Telescopio CANARIAS ofrece unas prestaciones únicas para realizar estas observaciones. Gracias a su gran espejo primario, que permite una gran resolución espacial, combinado con su instrumento Canaricam capaz de observar en el rango del infrarrojo medio, es posible estudiar las emisiones en luz infrarroja que escapan de la galaxia. Estas emisiones provienen de materiales que no están lo suficientemente calientes para emitir luz en el espectro visible, pero que tienen la temperatura suficiente para hacerlo en el rango del infrarrojo, en torno a unos 220K (-53ºC). Además, las capacidades polarimétricas de Canaricam aportan una capa adicional de información que los astrónomos pueden analizar para interpretar otros mecanismos físicos.
    Hasta ahora se sabe muy poco acerca de la polarización de la luz infrarroja emitida por los agujeros negros supermasivos que residen en el centro de la mayoría de las galaxias activas. Los astrónomos esperan que estas y otras observaciones similares puedan aportar nuevos datos que ayuden a comprender los mecanismos que rigen la actividad de estos monstruos cósmicos y su influencia sobre las galaxias que habitan.
    Notas:
    [1] Para intentar explicar el mecanismo dominante de polarización de Cygnus A en longitudes de onda del infrarrojo medio, este trabajo presenta observaciones polarimétricas de alta resolución angular (~0.4 arcseconds) en los filtros de 8,7 y 11,6 µm utilizando el instrumento CanariCam, instalado en el Gran Telescopio CANARIAS (GTC), de 10,4 metros, en el Observatorio del Roque de los Muchachos del Instituto de Astrofísica de Canarias, en la isla de La Palma (España).
    [2] El en caso de Cygnus A, el ~65% de polarización en el infrarrojo medio es próximo al 70% teórico, lo que indica un campo magnético altamente ordenado en las regiones cercanas al núcleo de Cygnus A.
    Artículo: “Polarized mid-infrared synchrotron emission in the core of Cygnus A”, por E. Lopez-Rodríguez (Universidad de Texas, EEUU), C. Packham (Universidad de Texas, EEUU), C. Tadhunter (University of Sheffield, Reino Unido), R. Mason (Gemini Observatory, EE.UU), E. Perlman (Florida Institute of Technology, EE.UU), A. Alonso-Herrero (Instituto de Física de Cantabria-August G. Linares Senior Research Fellow), C. Ramos Almeida (IAC, ULL, Marie Curie Fellow), K. Ichikawa (Kyoto University, Japón), N. A. Levenson (Gemini Observatory, Chile), J. M. Rodríguez-Espinosa (IAC-ULL), C. A. Álvarez (ULL-GTC Project), E. A. Ramírez (Universidade de São Paulo, Brasil), and C. M. Telesco (University of Florida, EE.UU). 2014, ApJ 793 81. DOI: http://iopscience.iop.org/article/10.1088/0004-637X/793/2/81?fromSearchPage=true
    Contacto: 
    Enrique López Rodríguez: Departamento de Física y Astronomía, Universidad de Texas, San Antonio (EE.UU). enrique.lopezrodriguez@utexas.edu
    Cristina Ramos Almeida (IAC):  cra@iac.es
    José Miguel Rodríguez Espinosa (IAC): jre@iac.es

    Luz sobre una supernova superluminosa que parece explotar dos veces


    Click para ampliar imagen

    Click para ampliar imagen

    Las supernovas son uno de los fenómenos más violentos que ocurren en el universo. Se trata de enormes explosiones que ponen punto y final a la vida de algunos tipos de estrella. Estas explosiones liberan cantidades inmensas de energía; tanta que en ocasiones podemos verlas desde la Tierra a simple vista, como puntos de luz capaces de superar temporalmente el brillo de los millones de estrellas que forman las galaxias que las alojan. Tras refulgir intensamente durante algunas semanas, las supernovas comienzan a perder su brillo de manera paulatina hasta apagarse por completo.
    Existen muchos tipos de supernova. Los científicos las clasifican según sus características observables, que a su vez ofrecen pistas sobre cómo se han originado. Entre las más conocidas se hallan las de tipo 1aque se dan cuando una enana blanca - el estado final en la vida de estrella como nuestro Sol - es capaz de absorber la masa de otra estrella cercana o bien se fusiona con otra enana blanca. Cuando esto sucede, su masa aumenta hasta que se vuelve inestable (1) y se origina una explosión termonuclear. Dado que estos eventos generan un brillo característico, los astrónomos pueden utilizarlos como puntos de referencia para medir distancias en el universo - así como los marinos pueden intuir la distancia a un faro en la noche según la intensidad de su brillo. Cuando esto sucede, el objeto emisor recibe el nombre de “candela estándar”.
    El resto de tipos de supernova conocidos se producen cuando estrellas muy masivas agotan su combustible, lo que hace que se detengan los procesos de fusión nuclear. Esta fusión no sólo es responsable de que las estrellas emitan luz y calor, sino que las mantienen en equilibrio evitando que se desplomen sobre sí mismas por el efecto de su propia gravedad. Cuando esto sucede, el núcleo estelar se colapsa y las capas externas de la estrella son expulsadas de manera violenta creando la supernova, aunque en algunos casos se pueden formar otros objetos, como agujeros negros o estrellas de neutrones.
    En los últimos años se ha descubierto un nuevo tipo de supernova del que aún se sabe muy poco y que se caracteriza por poseer un mayor brillo y longevidad, lo que les ha valido el nombre de supernovas superluminosas (SLSN, por sus siglas en inglés). Aunque de momento sólo se conocen alrededor de una docena de ellas, un grupo internacional de investigadores ha podido utilizar el Gran Telescopio CANARIAS (GTC) para observar una supernova superluminosa casi desde el momento de su nacimiento. La investigación ha revelado un comportamiento sorprendente, pues esta supernova ha mostrado un aumento inicial en su brillo que posteriormente se ha reducido durante algunos días para luego volver a incrementarse de manera mucho mayor. Los científicos han utilizado los datos recogidos por el GTC y los han combinado con los de otros observatorios para tratar de explicar el origen del fenómeno.
     “Las supernovas superluminosas se caracterizan por ser hasta cien veces más brillantes que las de tipo 1a y porque su brillo puede tardar hasta seis meses en comenzar a decaer, en lugar de unas pocas semanas”, ha explicado Mathew Smith, investigador postdoctoral en la Universidad de Southampton (Reino Unido) y principal responsable de este estudio, cuyos resultados han sido publicados en la revista especializada The Astrophysical Journal Letters. “Lo que hemos podido observar y que es completamente novedoso –añade Smith–  es que antes de la gran explosión se produce un estallido más breve y menos luminoso, que podemos apreciar como un bache en la gráfica de luminosidad y que dura sólo unos días.” Es la primera vez que se observa algo así en una supernova. “A partir de estos datos hemos tratado de determinar si esta puede ser una característica única de este objeto o es algo común a todas las supernovas superluminosas, pero que no ha sido observado hasta el momento, lo cual es posible dada su naturaleza impredecible”, comenta el científico.
    Este nuevo e intrigante objeto, bautizado por los astrónomos con el críptico nombre de “DES14X3taz”, fue descubierto el 21 de diciembre de 2014 por el Dark Energy Survey (2), un proyecto internacional que sondea el cielo nocturno realizando mediciones precisas de más de 300 millones de galaxias que se encuentran a miles de millones de años luz de la Tierra, además de miles de supernovas y otros fenómenos transitorios. El objetivo es ayudar a explicar la expansión del universo y aportar pistas acerca de la naturaleza de la esquiva energía oscura (3). Para ello, se hace uso de una cámara digital extremadamente sensible con una resolución de 570 megapíxeles que ha sido instalada en el telescopio de cuatro metros Víctor M. Blanco, situado en el observatorio Inter-Americano en Cerro Tololo (Chile).
    Una vez que se identificó a DES14X3taz como una posible supernova superluminosa, se solicitó una observación inmediata con el GTC, que dirigió su poderoso ojo hacia este objeto en dos noches de observación: el 26 de enero y el 6 de febrero de 2015. Esto fue posible gracias a que el GTC dedica parte de su tiempo de observación a los denominados “objetivos de oportunidad”, de manera que se aplazan otras observaciones programadas que pueden realizarse en otro momento para dar prioridad a fenómenos transitorios que pueden representar oportunidades irrepetibles.
    “El GTC, con su enorme espejo de 10,4 metros y su instrumento OSIRIS, es la herramienta perfecta para la observación de esta SNSL, ya que está tremendamente lejos y la información que buscamos está en el espectro del visible y el infrarrojo cercano”, ha comentado Smith, quien también participa en el Dark Energy Survey. Gracias a las observaciones realizadas con el GTC y otros telescopios, Smith y sus colaboradores pudieron reconstruir la evolución del brillo de DES14X3taz casi desde el momento de su detección. Asimismo, han determinado con gran precisión su brillo absoluto y la distancia a la que se encuentra, unos 6.400 millones de años luz (4).
    Tras comparar sus observaciones con distintos modelos físicos, los astrónomos concluyen en su artículo que la explicación más plausible es que el mecanismo que causa esta supernova sea el nacimiento de un “magnetar”, una estrella de neutrones que gira rápidamente sobre sí misma. En los datos recogidos se puede observar que el pico inicial en la gráfica de luminosidad viene seguido de un enfriamiento rápido del objeto, tras lo que sucede un nuevo calentamiento más brusco. Esto es consistente con la emisión de una gran burbuja de material expulsada al espacio que se enfría rápidamente a medida que su radio crece.  “Lo que pensamos que sucede es que una estrella enormemente masiva, de unas 200 veces la masa del Sol, se colapsa para formar un magnetar. En el proceso, se produce una primera explosión que expulsa al espacio una cantidad de materia equivalente a la masa de nuestro Sol, y eso es lo que origina el primer pico en la gráfica. El segundo pico sucede cuando la estrella se colapsa para formar el magnetar, que es un objeto muy denso y que gira rápidamente sobre sí mismo y que calienta el material expulsado en la primera explosión. Este calentamiento es el que genera el segundo pico en la luminosidad”, detalla Smith.
    Investigaciones como esta permiten conocer mejor los fenómenos físicos que originan las supernovas superluminosas, cuya mejor comprensión podría permitir, tal y como se ha sugerido en otros trabajos recientes, su “estandarización” o uso como referencia para medir distancias en el universo. Su gran brillo podría convertirlas en una herramienta muy útil para realizar estas medidas a mayores distancias y con más precisión de lo que es posible hoy en día. Sin embargo, para llegar a este punto es necesario comprender mucho mejor su origen y naturaleza.
    Otro misterio referente a este nuevo tipo de supernova es que, hasta ahora, todos los casos se han detectado en galaxias pequeñas y con muy baja metalicidad, o escaso contenido en elementos metálicos, sin que se haya podido dar una explicación a este hecho. “Es parte del misterio de estos objetos”, bromea Smith, quien afirma que entre sus prioridades futuras se halla seguir detectando supernovas superluminosas y observarlas desde el momento de su nacimiento y en tiempo real con un gran telescopio como el GTC.

    Notas:
    (1) El límite de Chandrasekhar es la masa máxima que puede alcanzar una enana blanca y no colapsarse debido a su propia gravedad. El valor de este límite es de 1,4 veces la masa del Sol.
     (2) El Dark Energy Survey (Cartografía de la Energía Oscura) es una colaboración internacional en la que participan más de 400 científicos de 25 instituciones en 7 países: Estados Unidos, España, Reino Unido, Brasil, Alemania, Suiza y Australia.
    (3) La energía oscura es una forma de energía que estaría presente en todo el espacio, produciendo una presión que tiende a acelerar la expansión del Universo, resultando en una fuerza gravitacional repulsiva.
    (4) Aunque un año luz es una unidad de distancia, su definición hace referencia a la distancia que recorre la luz en un año. Por tanto, la luz tarda exactamente un año en recorrer una distancia de un año luz. En este caso, la luz emitida por la explosión de DES14X3taz ha tardado 6.400 millones de años en llegar a la Tierra. Se estima que la edad del universo es de casi catorce mil millones de años.
    Artículo: “DES14X3taz: A type I superluminous supernova showins a luminous, rapidly cooling initial pre-peak bump” por M. Smith (University of Southampton), M. Sullivan (University of Southampton), C. B. D'Andrea (University of Southampton, Southampton), F. J. Castander (Institut de Ci`encies de l’Espai, IEEC-CSIC), R. Casas (Institut de Ci`encies de l’Espai, IEEC-CSIC), S. Prajs (University of Southampton)  y otros.

    Contacto:
    Mathew Smith: School of Physics and Astronomy, University of Southampton, Southampton, UK. mat.smith@soton.ac.uk


    El Telescopio William Herschel de La Palma mide el jet de un agujero negro


    Investigadores del IAC participan en un trabajo publicado hoy en Nature Astronomy, en el que han medido el retraso producido entre los rayos X y la luz visible de un jet expulsado por un agujero negro. Las observaciones, realizadas desde el Observatorio del Roque de los Muchachos y con un satélite de la NASA, ayudan a esclarecer la naturaleza de su formación
    Click para ampliar imagen
    Se supone que nada puede escapar de un agujero negro y, sin embargo, mientras crecen al “absorber” material de una estrella cercana, salen expulsados de sus proximidades jets o chorros de energía súper energéticos. Sigue siendo un misterio cómo se forman estos chorros, pero se sabe que son una sopa caliente de plasma que alcanza velocidades relativistas, es decir, próximas a la de la luz. Durante ese proceso, el plasma se va calentando y comienza a brillar, dando lugar a dos columnas luminosas a lo largo del eje de rotación del agujero negro y cuya formación ha sido objeto de un largo debate entre la comunidad científica.
    En un trabajo publicado hoy en Nature Astronomy, y que cuenta con participación del IAC, se dan a conocer nuevas pistas de esta incógnita al observar uno de los agujeros negros más famosos de la Vía Láctea –V404 Cygni- mientras sufría uno de esas fases brillantes de crecimiento en junio de 2015. Para ello utilizaron dos instrumentos: ULTRACAM, una cámara de alta velocidad instalada en el Telescopio William Herschel (WHT), del Grupo de Telescopios ING, ubicado en el Observatorio del Roque de los Muchachos (Garafía, La Palma); y NuSTAR, un telescopio espacial de la NASA orbitando la Tierra. Combinando ambas observaciones hallaron un retraso de 100 milisegundos (0,1 segundos) entre los rayos X y los destellos de luz visible.
    V404 Cygni es un agujero negro que pesa aproximadamente nueves veces el Sol, orbitado por una estrella compañera que le suministra material para alimentarse. Durante la acreción –la “absorción” de material de la estrella- el gas que cae hacia el interior del agujero negro en forma de espiral emite rayos X, detectados por NuSTAR, y los flashes ópticos emergen del plasma que fluye en los jets.
    “El retardo entre ambos tipos de luz nos informa del tamaño del jet interior donde el plasma se acelera”, explica Poshak Gandhi, primer autor del estudio e investigador de la Universidad de Southampton (Reino Unido). “La naturaleza de los destellos ópticos se ha cuestionado durante mucho tiempo, pero V404 Cygni ha mostrado la presencia de destellos retrasados mientras los jets se hacían más energéticos. Esto significa que se originan en esos jets”.
    Conociendo el desfase temporal entre los rayos X y la luz visible, pudieron calcular la distancia máxima que el plasma puede haber recorrido, equivalente a unos 30.000 km. Esta longitud representa la zona de aceleración interna del jet. Más allá de esa región, los chorros son muy brillantes, debido posiblemente a la colisión interna de regiones del plasma que se mueven a gran velocidad.
    "Analizar estas zonas interiores en los jets es emocionante porque nos permite restringir las teorías sobre la aceleración extrema de partículas en la naturaleza", apunta Gandhi. "Para explicar la emisión de chorros  de plasma, se han propuesto los fuertes campos magnéticos, pero aún quedan muchas incertidumbres al unir la teoría con las observaciones, que ayudarán sin duda en este sentido". Los resultados de este descubrimiento son, además, doblemente interesantes ya que se espera que los agujeros negros supermasivos se comporten de forma similar a V404 Cygni.
    Phil Charles, profesor emérito de la Universidad de Southampton y Oxford, explica que “la existencia de agujeros negros en nuestra galaxia se confirmó hace 25 años cuando se midió un objeto compacto cuya masa, seis veces la del Sol, descartaba la posibilidad de que fuera un estrella de neutrones. Era V404 Cygni y con él comenzó el campo de los agujeros negros estelares”. Como en esta ocasión, la mayoría de las observaciones terrestres se hicieron con el WHT. En ese hallazgo y el actual también participa otro de los descubridores del primer agujero negro de la Vía Láctea, el investigador del IAC Jorge Casares, quien se ha dedicado a la búsqueda de estos objetos con el WHT y otros telescopios ópticos durante estos años. “Que ahora podamos aunar la física de los jets de agujeros negros estelares y supermasivos es muy satisfactorio”, subraya este científico.
    Para hacer las medidas se han necesitado varios telescopios que trabajan conjuntamente en todo el espectro electromagnético. “Es una tarea difícil de realizar con telescopios desde la Tierra. Solo hay un puñado de observaciones como estas que puedan estudiar el comportamiento de agujeros negros en alta resolución temporal  a lo largo de todo el espectro. Este es el comienzo de otros estudios que seguro se harán en el futuro”, concluye Jorge Casares.
    Los Observatorios del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) forman parte de la red de Infraestructuras Científicas y Técnicas Singulares (ICTS) de España.
    Artículo: “An elevation of 0.1 light seconds for the optical jet base in an accreting Galactic black hole system”, por P. Gandhi et al. Nature Astronomy, DOI: 10.1038/s41550-017-0273-3 [ Astro-ph | Nature Astronomy ]
    Animación del jet observado en V404 Cygni.

    Insólita desaceleración en la rotación de un cometa


    .El cometa 41P avanza bajo la galaxia NGC 3198. El resplandor verde proviene de la lua emitida por las moléculas de carbono diatómico - Chis Schur

    La sonda espacial Swift de la NASA, en funcionamiento desde hace 13 años, ha capturado un cambio sin precedentes en la rotación de un cometa. Las imágenes, tomadas en mayo de 2017, revelan que el cometa 41P / Tuttle-Giacobini-Kresákgiraba tres veces más lento de lo que lo hacía en marzo, cuando fue observado por otro telescopio en el Observatorio Lowell en Arizona (EE.UU.). Se trata de una desaceleración realmente abrupta que jamás había sido vista en un cuerpo de este tipo, según han explicado los investigadores en el último número de la revista «Nature».
    «El récord anterior en la rotación de un cometa era de 103P / Hartley 2, el cual disminuyó su rotación de 17 a 19 horas durante 90 días», explica Dennis Bodewits, investigador asociado de la Universidad de Maryland (UMD) en College Park, quien presentó los hallazgos en la reunión de la American Astronomical Society (AAS) en Washington. «Por el contrario, 41P la redujo más de 10 veces en tan solo 60 días, por lo que tanto el alcance como la velocidad de este cambio es algo que nunca antes habíamos visto», subraya. Pasó de unas 20 a 60 horas.
    41P orbita el Sol cada 5,4 años, viajando tan lejos como el planeta Júpiter, cuya influencia gravitatoria lo ha capturado en su camino actual. Tiene menos de 1,4 kilómetros de diámetro, por lo que se encuentra entre los más pequeños de la familia de cometas cuyas órbitas están controladas por el enorme planeta. Precisamente, su pequeño tamaño es lo que puede ayudar a explicar cómo sufrió un cambio tan drástico.
    Cuando un cometa se acerca al Sol, el aumento del calentamiento hace que el hielo de su superficie cambie directamente a un gas, produciendo chorros que lanzan partículas de polvo y granos helados al espacio. Este material forma una atmósfera extendida, llamada coma. El agua en la coma se descompone rápidamente en átomos de hidrógeno y moléculas de hidroxilo cuando se expone a la luz solar ultravioleta, una luz que el Swift es capaz de detectar.

    Muy activo

    Las observaciones terrestres establecieron el período de rotación inicial del cometa en aproximadamente 20 horas a principios de marzo de 2017 y observaron su desaceleración más tarde el mismo mes. El cometa pasó a 21,2 millones de km de la Tierra el 1 de abril, y ocho días después hizo su aproximación más cercana al Sol. Swift fotografió el cometa del 7 al 9 de mayo, revelando variaciones en su luz relacionadas con material recientemente expulsado al coma. Estos cambios lentos indicaron que el período de rotación de 41P se había más que duplicado, a entre 46 y 60 horas.
    Las estimaciones de la producción de agua de 41P, junto con el pequeño tamaño del cuerpo, sugieren que más de la mitad de su superficie contiene chorros activados por la luz solar. Esa es una fracción en activo mucho mayor que en la mayoría de los cometas, que normalmente soportan chorros solo en el 3% de sus superficies.
    «Sospechamos que los chorros de las áreas activas están orientados de manera favorable para producir los momentos de torsión que ralentizaron el giro de 41P», dice Tony Farnham, científico principal de investigación de la UMD. «Si las torsiones siguieron actuando después de las observaciones de mayo, el período de rotación de 41P podría haberse reducido a 100 horas o más en este momento».

    Diversidad Galáctica

    NGC 3175 se encuentra a unos 50 millones de años luz de distancia en la constelación de  Antlia (The Air Pump)  .  La galaxia se puede v...