Concepto del artista del sistema MWC 656, que consiste en una enorme estrella "Be" y un agujero negro compañero. La estrella gira a una velocidad muy alta, expulsando un disco ecuatorial de materia que se transfiere al agujero negro a través de un disco de acreción.
Crédito: Gabriel Pérez Díaz, Servicio MultiMedia (IAC)
Cada agujero negro oculta un secreto: los restos cuánticos de la estrella de la que se formó, según un grupo de científicos, que también predicen que estas estrellas pueden emerger más adelante una vez que el agujero negro se haya evaporado.
Los investigadores llaman a estos objetos "estrellas de Planck" y creen que podrían resolver una cuestión muy importante en la física moderna: la paradoja de la información o la pregunta sobre qué sucede con la información contenida en la materia que cae en una calabozo.
La idea también podría finalmente reconciliar la mecánica cuántica y la teoría general de la relatividad de Albert Einstein que describe la gravedad, mostrando así cómo una teoría de la gravedad cuántica podría resolver enigmas de larga data en el mundo de la física
Warping espacio y tiempo
Los agujeros negros son regiones del espacio tan increíblemente densas que nada, ni siquiera la luz, puede escapar de ellas. Se cree que la mayoría se forma al final de la vida de una gran estrella, cuando su presión interna es insuficiente para resistir su propia gravedad y la estrella se colapsa por su propio peso.
La mayoría de los científicos creen que, dado que no hay nada para detener este colapso, eventualmente se formará una singularidad: una región donde se alcanzan densidades infinitas y la relatividad general de Einstein deja de ser predictiva.
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